En el Día del Minero, no pueden quedar al margen aquellos temas que inquietan a la industria, pero también aquellos factores que aún hacen más competitiva a la minería chilena en los mercados internacionales, aunque la guerra comercial entre Estados Unidos y China sigue provocando turbulencias en todos los países productores.
El presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, es quizás uno de los líderes de la industria que más conoce todas sus ventajas y problemas, pero también no duda en meterse en la contingencia para hablar de productividad, nuevos desafíos para la minería, además de aquellos proyectos de ley que en alguna medida afectarán al sector.
Por ello, no dudó en contestar algunas interrogantes sobre el precio del cobre, cambio climático y las transformaciones que está sufriendo la minería producto de las nuevas tecnologías y la fuerte competencia en los mercados metaleros del mundo.
¿La automatización de faenas y el cambio climático aparecen con fuerza en la agenda minera?
La gran minería chilena se ha caracterizado por ser un referente en el uso de nuevas tecnologías, por lo que la incorporación de innovación no ha comenzado hoy, sino que hace décadas. Lo que podemos apreciar en la actualidad es que la transformación digital tiene un nivel de disrupción tal que podríamos decir que estamos viviendo una cuarta revolución industrial. Esta es una de las principales conclusiones del estudio del Consejo de Competencias Mineras (CCM), «Impacto de las nuevas tecnologías en las competencias requeridas por la industria minera». En él nos referimos a las cuatro grandes tendencias tecnológicas que están impactando los negocios actualmente (internet de las cosas, big data, inteligencia artificial y sistemas ciberfisicos), teniendo estos en consideración, analizamos el impacto que tendrán cada una de ellas en las actividades manuales, teleoperadas y automatizadas.
Hay que tener presente que estos procesos son paulatinos -dependen de la situación de cada empresa minera- y lo principal, es importante aclarar que la minería no ha planteado que existirá un reemplazo de máquinas por personas, sino más bien que habrá una adecuación y un ajuste en la formación de los actuales y futuros trabajadores, temática que ha sido objeto de análisis para el Consejo de Competencias Mineras (CCM) durante los últimos siete años.
Aunque el tema ambiental está más latente en el debate público…
Si bien el terna del cambio climático ha producido una especie de efervescencia a nivel país, debido a que Chile será sede de la COP, nuestro compromiso con esta materia ha formado parte de nuestra agenda de trabajo desde hace años.
Destaco algunas de las instancias en las que hemos estado presente: Fuimos participantes activos en el trabajo que dio origen al compromiso de Chile en el Acuerdo de París de 2015, formando parte del grupo MAPS Chile, que dos años antes empezó a analizar alternativas de mitigación. Tam• bién, a partir de la labor y experiencia del trabajo realizado por nuestra Comisión de Energía y Cambio Climático, en 2016 elaboramos y publicamos nuestros principios sobre cambio climático, que este año actualizamos.
Estos principios reflejan nuestro principal compromiso por la mitigación de las emisiones que contribuyen al cambio climático, y por la adopción de medidas de adaptación ante sus efectos.
COMMODITIES
¿La guerra comercial entre China y Estados Unidos seguirá marcando el precio del cobre en los próximos meses?
Indudablemente la guerra comercial entre China y Estados Unidos ha traído incertidumbre y volatilidad a los mercados de los commodities, especialmente en el cobre. Sin embargo, es difícil determinar cuánto va a durar y cuál será finalmente la profundidad de sus efectos. Hemos visto ciertos zigzagueos en las conversaciones entre las dos potencias involucradas, las que a ratos se interrumpen y luego se retoman. Hasta que no sepamos bien cuál es el desenlace de este conflicto comercial es muy probable que sigamos viendo inestabilidad en el precio del metal.
¿Se acabó la era de los grandes proyectos en minería y ahora sólo vienen iniciativas de expansión de faenas para aumentar producción?
Efectivamente, en el corto plazo no se ven proyectos greenfield. La gran mayoría de los proyectos futuros tienen referencia a extensiones u optimizaciones de faenas que ya existen. Pero sí existen proyectos interesantes en desarrollo, como lo son la continuidad operacional de Los Bronces, la inauguración de Chuquicamata Subterránea y Quebrada Blanca fase 2, con probabilidades de tener un Quebrada Blanca fase 3. Por parte de las empresas mineras vemos existe voluntad, sin embargo para que exista una mayor inversión se deben dar tres factores indispensables: características geológicas favorables, perspectiva de precios atractivos y un marco regulatorio que otorgue certezas.
NORMATIVAS
El Consejo Minero ha sido crítico sobre el poco avance en los cambios al sistema de evaluación ambiental y la nueva ley de glaciares. ¿Chile está olvidando que es un país minero al poner más trabas a la industria?
Si bien, existe una sensación de que hoy cuesta más hacer minería que antes, me atrevo a decir que Chile sigue siendo un país atractivo para invertir. Sin embargo, hoy nos enfrentamos a insuficiencias regulatorias que impiden en cierta medida que aprovechemos ese potencial.
Por una parte hay un consenso transversal en la necesidad de reformar el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. Creemos que la modificación que está proponiendo el Gobierno va en la línea correcta considerando que actúan en el «arte de lo posible», debido a que se enfrentan a un Congreso que no les facilita un amplio espacio de acción.
En este sentido, es importante que el mundo político se dé cuenta de las consecuencias que trae para el crecimiento y desarrollo del país la falta de reglas claras para la aprobación de proyectos. Actualmente no existen bases suficientemente robustas que den certeza a la ciudadanía, a las comunidades aledañas a los proyectos y a los inversionistas a la hora de tomar decisiones.
Y también está el proyecto de ley sobre protección a los glaciares… En reiteradas ocasiones hemos declarado que la minería no está en contra de la protección de glaciares, y queremos evidenciar que lamentablemente existe una falsa dicotomía en la discusión del proyecto de ley. Esto no es una pelea entre si tenemos minería o protegemos los glaciares, las dos acciones son totalmente compatibles.
Cuando vemos imágenes en prensa de glaciares destruyéndose en el sur de Chile, y luego culpamos a la industria de esta situación, estamos formando una imagen colectiva en las personas que no es real. El 83,5% de los glaciares son tocables, ya sea porque están en parques nacionales o bajo el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas.
El 16% restante no se pueden tocar, a menos que se tenga la autorización del Servicio de Evaluación Ambiental, es decir, ya existe una normativa suficientemente robusta que cumple con el objetivo de protegerlos. Junto con lo anterior es importante clarificar que aquellos glaciares que se encuentran en parques nacionales no se ubican cerca de operaciones mineras, por lo que su disminución y/o derretimiento es claramente efecto del cambio climático y no de la actividad productiva misma.
Existen varias razones que nos permiten poner en tela de juicio el proyecto que está en discusión. Una de ellas es la definición de glaciar que proponen y la delimitación del objeto de protección. Ambas carecen de sustento científico.
A nuestro juicio, el objeto de protección debieran ser los glaciares en función de su relevancia hídrica, para la biodiversidad o debido a su belleza escénica. Esto desde ya sugiere que no se trata de cualquier tipo y tamaño de glaciar, y en un principio deja fuera del espacio de protección al ambiente periglacial y al permafrost, a diferencia de lo que plantea la iniciativa legislativa.
Todo esto nos permite deducir que si la iniciativa legal se aprobara en los términos que está actualmente, varios proyectos serían inviables debido a la amplia definición del activo protegido.
La iniciativa apunta a ‘reestablecer la fe pública, generar igualdad de condiciones para los distintos actores interesados, fijar reglas que respeten la libre competencia e incentiven la generación de valor en un mercado altamente concentrado’, señalaron los autores.
El senador Guillier explicó que ‘este proyecto de ley faculta al Estado de Chile para crear la Empresa Nacional del Litio. Esto en consideración al anhelo de que Chile avance en las cadenas de valor, industrialización y diversificación de su matriz productiva. Creemos que llegó la hora de aprovechar de verdad las oportunidades de los tratados internacionales de los que Chile es parte. Tenemos una experiencia que ha sido frustrante en el desempeño de Soquimich y con intentos de CORFO que han fracasado. Chile no tiene una institucionalidad suficientemente sólida para coordinar la explotación del litio’.
Agregó que ‘estamos haciendo una propuesta responsable de futuro, que cambie el histórico modelo extractivista que ha seguido Chile con todas sus riquezas, beneficiando siempre a grupos pequeños, a los poderosos de siempre, pero que no agrega desarrollo de capacidades, encadenamientos de valor, generación de industria que de empleos decentes para la mayoría y riquezas y oportunidades de desarrollo para las futuras generaciones’.
Cabe destacar que el Salar de Atacama, con una extensión de 2.800 km. cuadrados es una de las principales reservas mundiales del mineral clave para el desarrollo de la industria tecnológica, pues presenta propiedades físicas muy favorables en términos de alta conductividad eléctrica, alta capacidad térmica, baja viscosidad y bajo coeficiente de expansión térmico.
Según los senadores firmantes del proyecto, ‘la oportunidad de desarrollo para el país debe vincularse con una explotación responsable de los salares, ecosistemas naturales dinámicos, de gran complejidad y fragilidad, por lo que su explotación debe ser enfrentada con criterios técnicos rigurosos. El mercado del litio es relativamente pequeño en comparación al de otros metales, por lo que éste se negocia directamente entre productores y clientes y no existe una bolsa de metales, como es el caso de cobre, donde se pueda transar públicamente’.
La iniciativa establece que «la exploración, explotación o beneficio de los yacimientos que contengan litio sólo puedan ser ejecutados por el Estado, a través de sus empresas, sea exclusivamente o en asociación con otras personas jurídicas».
En este último caso se establece como requisito que «la participación estatal en la propiedad de dicha asociación deberá ser igual o superior al %50,1 del total. Con esta disposición constitucional se establece que sólo empresas del Estado podrán realizar actividades económicas respecto del litio, pero nada impide que empresas privadas realicen estas actividades siempre y cuando celebren asociaciones con el Estado donde éste tenga la mayoría de la propiedad».
Fuente Imagen: Revista Nueva Minería